15 octubre 2010

Me dijo:

Él: - Una vez salí de la mente de una mente libre, pero me dió miedo la altura. Así que colgándome desde uno de los cabellos de su pelo, fui bajando hasta sus ojos, para reposar en la hamaca de sus pestañas. Para ver lo que ella viera. Y así ella pudiera verme, ya que ese era su sueño.
Él: - Por cierto, la história que te he contado, no se la cuentes a nadie. 
Ella: - ¿Por qué?
Él: - Es un secreto.
Ella: - ¿Así?
Él: - Sí.
Ella: - ¿Por qué?
Él: - Porqué si lo hicieras, la gente empezaria a buscarme en tus ojos, y me da verguenza que me encuentren. Por eso me busqué unos tan grandes.



Lo siento, pero te lo merecías.  M.

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